jueves, 8 de diciembre de 2011

Carta de hace muchos ayeres.



Aún me era imposible creer que me volverías a hablar. Cruzar una palabra después de dos meces sin hablarnos. Siempre estábamos en el mismo aula, y lo único que nos separaba eran unas cuantos pupitres. Mientras yo estaba adelante frente al profesor, tú estabas hasta atrás aislado e inclusive yo mejore en las calificaciones y tu empeoraste. 
Recuerdo cuando te conocí, recuerdo que no me importaba otra cosa mas que tú opinión, recuerdo cuando jugabas con mis manos, mi cabello, y mis ojos. Recuerdo cuando pensabas en voz alta para que yo te escuchara decir palabras bonitas e indirectas hacia mi. 
No logré asimilar que te habías encontrado con el amor, porque jamás creí que te fueras a enamorar de otra persona que no fuera yo. Todos pensaban y creían que seriamos la nueva pareja del aula, me decían -Tú marido- Cuando se refería a algo hacia a ti, y -Tu mujer- Cuando te decían cosas de mi. 
Bien es cierto lo que dicen, "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Pero como un buen músico ha dicho. "Como es que alguien podría perder algo, si ni siquiera logró ganarlo" Esas son dos frases que me retumban en la cabeza siempre. 
En el momento cuando me volviste a hablar, me congele, me quede petrificada, no sabía como reaccionar. Tú simplemente tienes una relación con alguien mas. Tú voz era la misma, tus palabras también, lo único que note raro fue la mirada. Tú mirada escondía varías cosas que sin quererlas decir, las decías.
Pero debo admitir que volví a sonreír, volví a pensar y recordar los momentos que pasamos juntos. Lamento no haberte dicho que te extraño demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario