miércoles, 1 de septiembre de 2010

Carta De Andrómeda Poeta Para José Madero


Otra carta para José Madero



….Y vaya que si me gané vastos enemigos después de la última carta que te escribí, así que lo pensé dos veces antes de aceptar que valía la pena disipar mis eufóricos pensamientos para escribirte lo siguiente:


Gracias Pepe por ser quién y como eres, sé que a veces mi actitud de fan eventualmente extraña puede llegar a concebir que tu forma de ser choque con la mía, pero eso no es algo que me llegue a poner a pensar demasiado. Fíjate que desde el momento en que te conocí, junto con los demás miembros de la banda, me he sentido profundamente inspirada, ustedes son mi musa. Mi forma de ser ha madurado con el tiempo y eso me ha llevado a admirarlos todavía más, ya que su música me ha acompañado durante mis estúpidos lapsos de adolescencia. La rabia, el dolor, el amor, la decepción. Y todos aquellos temas cuya atención preconiza en mi cerebro.


Hoy es Lunes, 30 de agosto, son las 11:00 y acabo de terminar mi síntesis sobre la literatura, creo que por ello escribo esto con ‘inspiración’. Me encuentro emocionada a un día y cacho de tu cumpleaños número 30. Guau ¿Qué se siente tener treinta años de vida? Sólo me queda imaginar aquellos tiempos que has vivido, algunos buenos y otros cuantos malos y veo mi imagen en tu pasado tratando de entender por y para qué hiciste tal y tal cosa. Curioseo intrigada por esas imágenes extrañas que cruzan por mi mente cuando intento sentir lo que tu sentiste en determinado momento. Es ilógico y tonto que lo intente, pero lo hago como si fuera mi propia historia, por el simple hecho de que admiro lo que te has convertido y tus 30 años me inspiran todavía más que la novela de mi vida. Treinta años de vida imperfectos y sublimemente realizados. Treinta años batallando por un sueño que ha podido tener forma, paso a paso.


¿Quién es José Madero Vizcaíno? Me pregunta mi madre después de verme escribiendo por casi media hora. Bueno pues, José es un hombre que, como decía Paulo Coelho, actuó como un lápiz. Sí, un lápiz. Hizo grandes cosas, pero nunca se le olvido que una mano guiaba sus pasos. A veces tenía que usar el sacapuntas y como un lápiz sufrió un poco, pero al final estuvo más afilado. Usó la goma para borrar aquello que estuvo mal, y sobretodo supo que lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que llevaba dentro. Y como todo lápiz siempre nos ha dejado una marca en la vida y lo seguirá haciendo hasta que deje de existir.


Felicidades, que cumplas muchos años más. No eres perfecto eso lo sé, pero eres una inspiración majestuosa, como una salida a un estilo de vida diferente, anómalo pero sincero.


Andrómeda

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